El cupressus sempervirens o ciprés común es una conífera perennifolia de aspecto cónico que puede llegar a crecer hasta los 21 metros de altura en condiciones favorables.
Se distribuye por todo el litoral mediterráneo y su espeso follaje lo convierte en un árbol ideal como uso ornamental
Es una especie que tolera muy bien las altas temperaturas y la falta de agua, siempre y cuando el árbol esté bien establecido.
A final del invierno florece por las puntas de las ramas y posteriormente acaba formando sus icónicos frutos esféricos.
Cuidados de un ciprés como bonsái
En general es una especie bastante resistente, que no suele dar demasiados problemas. Hay que protegerlo de las rachas de viento frírasn en zonas donde el invierno sea más duro, ya que pueden causar algún daño en la copa.
Como en todas las coníferas es importante una ubicación a pleno sol, y evidentemente un riego en consonancia a esta exposición solar. Es importante que el sustrato sea muy drenante, ya que un sustrato encharcado facilita la proliferación de hongos, y por ende, problemas en el sistema radicular.
¿Cómo regar un bonsái de ciprés?
Debemos regar cuando el árbol lo necesite. Para saber esto, nos fijaremos en el sustrato del bonsái. Es importante no dejar que se seque por completo, pero tampoco aportar agua en exceso, pues los problemas en las raíces pueden ser letales para el ciprés. Para tener una referencia, el riego se debe de hacer en cuanto la capa superficial del sustrato se haya secado.
¿Dónde ubicar un bonsái de ciprés?
Tal y como se ha comentado anteriormente, es muy importante buscar una orientación muy soleada. Las coníferas tienen unas necesidades lumínicas muy altas. Esto significa que para que hagan correctamente la fotosíntesis, deben de estar expuestos a muchas horas de luz. En el caso de que no tengan la iluminación adecuada, el bonsái se irá debilitando poco a poco y las hojas perderán su color verde brillante característico.
Se puede ubicar pues tanto en una orientación este, como oeste. En el caso de que en nuestra terraza haya sol durante todo el día, no es necesario sombrear al árbol con una malla de sombreo.
¿Cómo trasplantar un ciprés?
A la hora de trasplantar un ciprés y en general una conífera, debemos de tener especial cuidado con las raíces. No se debe eliminar el 100% de la tierra que lleve el árbol, puesto que los trasplantes a raíz desnuda son demasiado arriesgados en las coníferas. De tal forma, que si es un árbol de vivero, o de un garden center, iremos eliminando progresivamente la tierra en la que venga plantado.
La época ideal para hacerlo es a final de invierno, en el momento exacto en el que el árbol de muestras de empezar la brotación primaveral.
A la hora de quitar las raíces, seremos más conservadores que con otras especies. No es recomendable eliminar más del 50% del total de raíces, ya que la capacidad de recuperación radicular de una conífera no es muy alta.
La combinación de sustrato que podemos usar es la genérica. Es decir akadama con pomice o akadama con kiryu. El kiryu es bastante interesante para aquellas zonas en las que el agua no sea de una buena calidad, ya que compensa el exceso de cal.
¿Cómo abonar un ciprés?
Lo haremos como en cualquier otro árbol. Desde principios de primavera hasta finales de otoño. Detendremos el abonado en los meses más calurosos de verano, ya que el árbol para su crecimiento con temperaturas por encima de los 35 grados.
¿Cómo podar un ciprés?
Para eliminar ramas completas esperaremos al momento en el que el árbol no esté vegetando, es decir en invierno, ya que la cantidad de savia es mucho menor. No es recomendable eliminar gran parte del follaje de una sola operación, ya que las coníferas absorben gran parte de la humedad a través de las hojas.
En cuanto a la eliminación de brotes, lo haremos durante todo el año, y en especial a finales de primavera, ya que al ser el momento de mayor actividad del árbol, forzaremos una nueva brotación trasera y una compactación mayor en el follaje.
¿Cómo hacer un bonsái de ciprés?
Los cipreses se pueden reproducir tanto por semilla como por esqueje. En el caso de que lo queramos hacer a través de semilla es importante saber que para tener éxito en la germinación, necesitamos al menos un periodo de 3 semanas de estratificación.
Los esquejes los podremos realizar en ramas semileñosas a finales de invierno o en ramitas tiernas durante toda la etapa de crecimiento vegetativo.
Evidentemente para tener un bonsái sin fallos lo ideal es hacer el bonsái desde 0, porque tendremos mayor control de las raíces, menos cicatrices y podremos darle el movimiento que queramos desde un principio.
No obstante, es muy fácil encontrar material humilde en centros de jardinería para probar con la especie. En cualquier caso es un árbol que se puede encontrar con muy poco dinero y que seguro que nos dará muchas alegrías ya que forma masas de verde muy fácilmente y en el clima adecuado crecerá relativamente rápido.