La schefflera es un arbusto perenne nativo de Taiwán, que puede llegar a medir hasta 6 metros. Se caracteriza por sus bonitas hojas compuestas y su facilidad para emitir raíces aéreas. La especie más común para formar como bonsái es la schefflera arboricola.
Cuidados bonsái schefflera
La schefflera es una especie muy resistente y que se adapta a gran cantidad de climas. Prefiere las temperaturas cálidas y húmedas, pero tolera relativamente bien el frío, siempre y cuando no baje de 0 grados. Sus cuidados se asemejan mucho a los de los ficus
¿Cómo regar una schefflera bonsái?
Las schefflera arboricola, al ser plantas que habitan en climas tropicales y húmedos, necesitan bastante cantidad de agua para poder desarrollarse correctamente, pero siempre evitando el encharcamiento. Podemos pulverizar las hojas en verano los días más calurosos, pero con precaución, ya que una humedad excesiva es un caldo de cultivo de hongos.
¿Cómo abonar un bonsái de schefflera?
Abonaremos generosamente´con abono orgánico de liberación prolongada durante toda la etapa de crecimiento, complementando con abono líquido de forma semanal.
¿Cómo podar un bonsái de schefflera?
Las scheffleras tienen un tronco blando similar al de los ficus. Toleran muy bien las podas drásticas de ramas, formando rápidamente nuevos brotes por todo el tronco si el árbol está fuerte. Las scheffleras cicatrizan peor que los ficus, por lo que si cortamos ramas de cierto calibre, siempre quedará la marca.
¿Cómo ramificar un bonsái de schefflera?
La mejor forma para conseguir una buena ramificación en una schefflera es mediante la defoliación. Las cheffleras si están bien abonadas y fuertes pueden defoliarse hasta 3 veces en un mismo año, ya que su vigor se lo permite. Lo que hay que hacer es eliminar todas las hojas, así como las yemas terminales, de tal forma que el bonsái emitirá una segunda brotación con un tamaño de hoja menor. Es muy importante que la planta esté situada a pleno sol para poder reducir todavía más las hojas.
Orientación de una schefflera
Lo ideal es ubicar la schefflera en un sitio con gran cantidad de luz y a pleno sol, ya que la planta tendrá mejor color y vitalidad. No obstante es un árbol con gran capacidad de adaptación, hasta el punto de poder vivir en zonas más sombreadas e incluso en el interior de una casa.
¿Cómo transplantar una schefflera?
Las scheffleras, al igual que los ficus emiten raíces con gran facilidad, por lo que es de suponer que toleran bien la poda de raíces. No obstante, si cortamos demasido el cepellón debemos compensar la parte aérea mediante una defoliación parcial o completa.
No son muy exigentes en cuanto al sustrato, por lo que una mezcla normal, como akadama con pómice al 50-50 ; o akadama con kiryu al 70-30 funcionará perfectamente para nuestro bonsái.
Enfermedades de la schefflera
Las scheffleras son bastante sensibles a los ataques de pulgones, pero a través de insecticidas podemos controlar esta plaga fácilmente.
También es suceptible a sufrir el daño de algunos hongos, como el oidio y la negrilla, por lo que habrá que es aconsejable aplicar fungicidas de forma preventiva para evitarnos problemas mayores.
Estilos de la schefflera
Las scheffleras suelen modelarse con copas muy anchas y con gran cantidad de raíces aéreas, como los ficus. Podríamos decir que sigue un estilo paraguas, con una copa muy voluminosa y con toda la ramificación en la parte superior del árbol. No se suelen encontrar formas tortuosas ni extravagantes, sino que lo más frecuente es modelar el árbol de forma naturalista.
Para conseguir la formación de las raíces columnares o aéreas, lo que podemos hacer es mantener una alta humedad, para ello podemos pulverizar con agua durante el verano o incluso cubrir pare de sus copa con una bolsa.