Ficus benjamina

El ficus benjamina es una especie muy frecuente como planta de interior, pero que puede vivir perfectamente en una orientación soleada. Se caracteriza por sus hojas verdes brillantes, de tamaño bastante reducido, y por su facilidad para emitir raíces aéreas.

En su hábitat natural puede llegar a crecer hasta 30 metros, y forma raíces columnares realmente impresionantes.

Con un buen cultivo, puede llegar a formar pequeños higos, que adquieren un color rojizo al madurar.

bonsái de ficus benjamina

Cuidados del ficus benjamina bonsái

Como bonsáis son más sensibles que otras especies de ficus como el microcarpa, y tiene cierta tendencia a perder hojas, cuando las condiciones climáticas no son adecuadas. Dado que es un árbol tropical, tolera el frío realmente mal, por lo que no se aconseja su cultivo en zonas con inviernos duros.

El abonado se hará igual que en otros ficus. En ese sentido no presenta ninguna particularidad a destacar.

Riego del ficus benjamina bonsái

Agradecen la humedad, pero para ello es necesario que estén plantados en un sustrato muy drenante, de lo contrario pueden surgir problemas de pudrición de raíces.

En verano deberemos regar abundantemente si las temperaturas son muy altas.

Poda del ficus benjamina

Así como en otros ficus, por ejemplo el microcarpa, podemos podar las ramas por donde queramos y esperar a que forme nuevas yemas, en el caso de los benjamina, si queremos asegurarnos la creación de nuevos brotes tenemos que dejar al menos una hoja al cortar la rama.

Podemos cortar ramas gruesas, ya que tiene gran capacidad para cicatrizar las heridas.

En cuanto al defoliado, puede asimilarlo, pero debemos asegurarnos que la planta esté vigorosa y bien asentada

Ubicación del ficus benjamina

Lo óptimo es una orientación a semisombra, pero con algo de luz solar directa. Puede vivir en el interior de una casa, pero nunca tendrá la fuerza y buen estado, en comparación a si estuviera cultivada en el exterior

También se puede colocar en una situación a pleno sol, siempre y cuando las temperaturas en verano no suban en exceso, y controlando bien el riego.

Trasplante del ficus benjamina

Los ficus suelen brotar más tarde que otras especies, pues se activan con la llegada del calor.

Podemos cortar gran cantidad de raíces, ya que su capacidad para enraizar es asombrosa.

Debemos eliminar las raíces que engorden demasiado, porque los ficus benjamina tienen tendencia a formar un cepellón bulboso, lo que no es deseable para la estética del nebari.

ficus benjamina bosque

Enfermades y problemas del ficus benjamina

Es muy sensible al ataque de hongos, sobretodo cuando la humedad ambiental es excesiva y/o pulverizamos en exceso. Para evitar esto, lo ideal es encontrar un lugar bien aireado.

Gracias al látex de sus hojas puede defenderse de algunas plagas, pero hay que vigilar la entrada de ácaros y pulgones.

Uno de los mayores problemas de los ficus benjamina es la caída de hojas. Puede deberse a múltiples causas, pero generalmente surge por un riego excesivo o una mala ubicación. Cuando las hojas se ponen amarillas y caen suele ocurrir por regar con demasiada frecuencia. También sufren mucho el cambio de un sitio a otro, tirando hojas hasta que consiguen adaptarse a su nuevo rincón.

variedades de ficus benjamina

Los tipos de ficus benjamina más empleados en el bonsái son :

  • variedad natasja: Quizás sea la más aconsejable, ya que es la que menor tamaño de hojas tiene.
  • variedad variegada: Este tipo de ficus benjamina es muy bonito, porque las hojas tienen distintos tipos de colores. Sin embargo es más sensible y difícil de mantener
  • Danielle: Tiene las hojas más redondeadas y es más resistente a las heladas
  • Golden King: Quizás la más habitual como planta interior. Se caracteriza por tener los bordes de color blanco y el interior de la hoja de un color verde muy vivo.

¿cómo hacer un bonsái de ficus benjamina?

Podemos hacerlo a través de esquejes o acodos, ya que la capacidad para emitir raíces es espectacular. Debemos esquejar durante toda la etapa vegetativa del bonsái, siempre vigilando que el sustrato esté bien húmedo.

Para realizar un acodo, esperaremos a finales de primavera, donde el flujo de savia es mayor. Separaremos la rama acodada a finales de verano.