Picea bonsái

La picea jezoensis es un árbol perenne también conocido como abeto de Japón o abeto de Hokkaido.

Se trata de una conífera de la familia Pinaceae, originaria de Japón. Esta especie se encuentra principalmente en los bosques de la isla de Hokkaido, en el norte de Japón. También se cultiva con éxito en muchas partes del mundo, fruto de la globalización y de la gran adaptación de esta especie-

bonsai picea

. La picea jezoensis es un árbol de porte generalmente grande, con una altura de incluso más de 40 metros y una copa con forma de cono. Las hojas son estrechas y redondeadas, con una longitud de 2 a 4 cm. Las flores son pequeñas, de color amarillo verdoso, y se agrupan en inflorescencias. La cosecha de semillas se produce de agosto a octubre.

Esta especie es resistente a los climas fríos y a la sequía. Se adapta bien a suelos ácidos y alcalinos, aunque crece mejor en suelos profundos y ricos en nutrientes. También es resistente a la contaminación atmosférica. La picea jezoensis es un árbol muy decorativo, que se suele ver en parques y jardines. Es una conífera fuerte y duradera, que se emplea también en la construcción y en la fabricación de muebles. Además, se usa como planta ornamental y para producir madera de leña.

Cuidados de una picea jezoensis como bonsái

bonsai picea jezoensis

Las piceas se ubican en bosques donde la exposición solar es plena, por lo que deberemos cultivarla siempre en exterior a pleno sol.

Se trata de un árbol muy resistente a la variación de temperaturas, así como a la sequía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que una maceta de bonsái es un ambiente completamente distinto, donde el agua se absorbe y se evapora con muchisíma rapidez. De tal forma, que evitaremos que el sustrato se seque por completo entre riego y riego, pues un secón puede ser letal. Hay que tener especial cuidado con los días de mucho viento, sobretodo durante los días de poniente en verano.

Sustrato y trasplante de una picea como bonsái

Las piceas no son especialmente sensibles en cuanto al PH de sustrato, pero en la medida de lo posible emplearemos un sustrato ligeramente ácido y que a su vez tenga bastante capacidad de retención de agua. Una combinación que funcionaría bien, sería por ejemplo un 70% de akadama y un 30% de kyruzuna. También podriamos usar pomice en combinación de akadama, en sitios más lluviosos, pues el pomice actúa mejor como separador.

En cuanto al trasplante, lo haremos de forma más frecuente cuando el ejemplar es muy joven, ya que de esta forma corregiremos los defectos del nebari. En ejemplares más viejos podemos trasplantar cada 2-3 años o incluso más, siempre en función de las necesidades de la planta: el vigor, tamaño de la maceta, edad del árbol, etc.

Abonado de una picea bonsái

Aportaremos fertilizante durante toda la etapa de crecimiento vegetativo, es decir, desde la primavera hasta finales de otoño.

Podemos usar un abono orgánico de liberación prolongada, ya que tiene un menor impacto sobre el PH del sustrato y, además, reduce la posibilidad de sobrefertilizar la planta y, por tanto, quemaduras radiculares.

Poda de un bonsái de picea

Podaremos con más intensidad durante las primeras fases de formación del bonsái. Se trata de un árbol que tiene tendencia a formar ramas en un mismo punto, lo que puede provocar ensanchamiento en algunas partes del tronco, y en general una peor estética.

Realizaremos la poda en otoño, antes de que el árbol comience a moverse, ya que en este momento el flujo de savia es menor, evitando así que se sequen ramas en zonas que no esperamos.

En cuanto al pinzado, lo podemos realizar durante la etapa de crecimiento vegetativo, entendiendo por pinzado la eliminación de los brotes que aún están verdes.

Propagación de la picea

Podemos reproducir las piceas a partir de esqueje, acodo o de semilla. En el caso de esquejes y acodos, lo haremos a principio de primavera. Para aumentar las probabilidades de éxito, podemos emplear hormonas enraízantes, aunque no es algo 100% necesario.

Las semillas las recolectaremos en otoño, y después de un periodo de estratificación, germinarán en la siguiente primavera.

Si queremos reducir los tiempos de formación del bonsái, lo más lógico es reproducir las piceas a partir de acodo, ya que de esta forma podemos partir de troncos con un calibre mucho mayor.

Estilos de bonsái en una picea

Las piceas se pueden formar de diversas formas, aunque la más común es el vertical formal.

No obstante, también se pueden encontrar ejemplares formados como vertical informal o moyogi, en cascada, en semicascada…

Se trata de un árbol que se presta mucho a mostrar maderas muertas. Sus troncos son duros y resistentes y al ser tratados con líquido de jin quedan realmente preciosos. Además, muchos ejemplares provienen de yamadori o de cultivo en campo, lo que fomenta que se trabajen los tocos resultantes de la poda para poder disimular las heridas.

Otra opción es formar un conjunto de piceas en bosque o incluso sobre roca. Estos árboles suelen encontrarse creciendo libremente en los bosques de Japón, por lo que queda completamente coherente y natural una plantación en grupo.

Su hoja, que reduce con facilidad, nos permite formar árboles de pequeño tamaño, así como árboles de un mayor calibre. Así que se trata de una especie muy versátil.