Bonsái de olivo

La olea europaea es un arbolito perenne de tamaño mediano, que se distribuye por todo el litoral mediterráneo. Se caracteriza por su rugosa madera, que con el paso de los años se va fisurando y retorciendo, mostrando un aspecto de gran vejez. Los olivos son árboles de una gran longevidad, con capacidad para vivir más allá de los mil años.

Su fruto, la oliva, y en el caso de los olivos silvestres (acebuches), la olivina, son de un atractivo extra para su cultivo como bonsái.

Su gran belleza, que lo eleva como una de las especies más comunes para usar como bonsái, lo encontramos en sus cortezas abotonadas y sus maderas muertas imposibles. La especie más usada dentro del género olea, es la olea europaea var. sylvestris, y más concretamente aquella que se desarrolla en las islas baleares, pues el clima mallorquín consigue unas cortezas con una personalidad y un carácter mucho más marcado.

Bonsai de olivo
bonsai olivo

¿Cómo cuidar un bonsái de olivo?

El olivo es un árbol muy frecuente en este mundillo debido a su fácil cultivo y su capacidad para reponerse de accidentes en sus cuidados. Se recomienda cultivarlo en zonas cálidas y secas, dado que el desarrollo del árbol es más vigoroso bajo estas condiciones. En Andalucía y en la costa mediterránea, a pesar de ser una especie de crecimiento lento, la brotación se desarrolla muy rápidamente, llegando a formar copas bastante tupidas en muy pocos años.

El principal obstáculo a la hora de mantener un olivo como bonsái lo encontramos en el clima. En lugares con inviernos fríos, corremos el riesgo de perder parte de la ramificación por heladas, y si los veranos no son suficientemente calurosos, el crecimiento será bastante pobre durante todo el año.

¿Cómo regar un bonsái de olivo?

En cuanto al riego, aunque soporta relativamente bien la sequía, en comparación a otros bonsáis, es aconsejable regar en cuanto la parte superficial del sustrato comience a secarse. En cualquier caso hay que plantar a los olivos en un sustrato muy drenante y poroso, como podría ser akadama, pomice o arena de río, ya que una excesiva humedad en el cepellón puede llegar a pudrir las raíces.

También se puede emplear grava volcánica como separador, aunque siempre hay que combinar con algún otro tipo de sustrato que retenga bien la humedad, como es el caso de la akadama

Orientación de un olivo bonsái

Los ullastres, acebuches y olivos necesitan de una exposición a pleno sol para poder desarrollarse adecuadamente. No se recomienda cultivarlos a semisombra ni mucho menos en interior, porque con el paso del tiempo el bonsái irá debilitándose, languideciendo los brotes y finalmente morirá.

Puede tolerar incluso el pleno sol en verano, siempre y cuando aumentemos la frecuencia de riego.

Uno de los grandes atractivos de los olivos, lo encontramos en el tamaño de sus hojas. Con las técnicas adecuadas la reducción foliar puede ser impresionante, pero para ello es necesaria una plena exposición solar.

¿Cómo y cuándo transplantar un bonsái de olivo?

bonsai olea en grupo

El transplante debe realizarse justo antes de que comience la brotación, es decir a finales de la primavera, aunque también puede realizarse en agosto, cuando el árbol se encuentre parado como consecuencia de las altas temperaturas.

Durante el transplante podemos cortar gran cantidad de raíces, ya que es una especie que las regenera con mucha facilidad. En cualquier caso, es recomendable defoliar, si la poda de raíces es excesiva. De esta forma evitaremos la transpiración.

Defoliado de un olivo bonsái

Los olivos aceptan muy bien esta técnica, siempre y cuando se encuentre en un estado de salud óptimo. En climas cálidos, que son más favorables para su cultivo, podemos incluso defoliar hasta 2 veces en un año. Lo que vamos a conseguir con esto es un tamaño de hoja minúsculo y una ramificación realmente fina.

En unos cuantos años, si somos metódicos con el pinzado y el defoliado podemos llegar a conseguir unas masas de verde muy compactas.

Es importante aclarar, que el defoliado solo es recomendable en las fases finales de la formación de un bonsái. Al quitar todas las hojas detenemos el crecimiento del árbol, por lo que el proceso de engorde del tronco y de las ramas lo atrasaremos.

¿Cómo abonar un bonsai de olivo?

En cuanto al abonado, comenzaremos a fertilizar cuando comience a alargar los brotes, después del periodo invernal. Lo más aconsejable es complementar el abonado órganico con algún abonado químico semanal.

Es una especie que necesita mucha luz para poder desarrollarse correctamente, de forma que si tenemos un balcón con poca luz o sin sol directo, el árbol presentará carencias y comenzará a debilitarse.

¿Cómo podar y pinzar un bonsái de olivo?

Los olivo cicatrizan fatal, de modo que si vamos a cortar una rama gruesa, a veces resulta más interesante tratar de disimular el corte con madera muerta. En las zonas en las que se dan bien los olivos, como el sur de España, tienen un crecimiento de brotes muy vigoroso. Se puede ramificar mucho un olivo en poco tiempo. Para ello acortaremos a dos hojas las ramas que han crecido en exceso y si lo deseamos podemos defoliar en verano para forzar una segunda brotación con un menor tamaño de hojas.

Las ramas que sean extremadamente gruesas y sepamos que no tienen cabida en el diseño, lo ideal será cortarlas dejando un pequeño tocón, de forma que podamos luego trabajar la madera muerta y disimular el corte.

Hacer bonsái de olivo desde cero

Los olivos suelen trabajarse con mucha madera muerta, dado que su dureza evita que ésta se pudra. Para una correcta conservación es aconsejable emplear polisulfuro de calcio, que además de proteger la madera, la dota de un color blanco que contrasta con las venas vivas.

Dado que su crecimiento es muy lento, lo más sensato es partir de material de vivero, o en su defecto acodos de árboles más grandes. Los acodos aéreos se pueden realizar incluso en ramas del grosor de un brazo

Para conseguir una ramificación más desarrollada, podemos defoliar el árbol en verano, para forzar al bonsái a emitir nuevos brotes. También es importante el continuo pinzado de los brotes que alargan demasiado, para repartir el vigor del árbol y no perder la forma que nos guste.

Hay que alambrar los brotes antes de que engorden demasiado, de lo contrario será más difícil lograr la posición que deseamos, ya que como hemos comentado anteriormente, tienen una madera muy dura y quebradiza.

Bonsai de olivo a partir de esqueje

Una buena manera de conseguir un olivo con un buen grosor es a partir de esquejes. Los olivos tienen una gran facilidad para emitir raíces, incluso de estacas de un gran tamaño. Podemos aprovechar los restos de poda de un olivo plantado en un jardín para poder hacer un bonsái de olivo gigante.

Una vez tenemos los esquejes hay que plantarlos en un sustrato suelto y mantendremos la humedad. Para ello los ubicaremos en un sitio a media sombra y no dejaremos que se seque la tierra. También podemos meterlo en un invernadero para conseguir un clima más adecuado. En pocas semanas las varas brotarán y poco a poco iremos situándolas en una posición más soleada.

Hay una técnica que funciona muy bien para asegurar el éxito con los esquejes. Consiste en emplear una bolsa negra alrededor del tronco. Debemos cubrir todo, tanto maceta como estaca e ir ventilando cada semana para vigilar que no hay demasiada humedad ni hongos.

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