Las hayas o fagus son especies muy aptas para trabajar como bonsái. Su bonita corteza lisa y su hermosa otoñación marcescente son de un gran atractivo.
Las especies empleadas para su cultivo son la fagus sylvatica y fagus crenata.
¿Cómo conseguir y cuidar un bonsái de haya?
Optar entre un haya japonesa o haya europea es una especie que cualquier aficionado se puede hacer durante algún momento de sus vidas y para tomar una sabia decisión es importante saber las diferencias de una y de otra.
Las hayas japonesas tienen la corteza de un color más blanco, que puede ser más distinguido, mientras que las europeas son más tirando a oscuro, como un caduco normal.
La hoja de la japonesa también es algo más pequeña, lo que permite que se puede miniaturizar más la hoja, aunque en el caso de las europeas con las técnicas adecuadas se puede llegar a un gran nivel de densificación de ramificación
La decisión final depende siempre del gusto de cada uno y de la accesibilidad a una especie u otra. En el caso de las hayas europeas, se pueden conseguir realmente fácil en casi cualquier vivero y crecen salvajes en muchos bosques españoles.
Además, siempre existe el componante emocional de querer tener una especie autóctona y que para uno tenga una belleza especial. En cualquier caso ambas especies son muy aptas para su formación y se pueden conseguir unos bonsáis espectaculares con el paso del tiempo.
Cuidados de una haya como bonsái
Las hayas crecen en climas frescos y húmedos, y evidentemente siempre se dará mejor en el norte de españa. En cualquier caso, en climas templados como el mediterráneo, se pueden cultivar sin problema si mantenemos la humedad.
Riego de un bonsái de haya
Tenemos que mantener la humedad del sustrato, por lo que regaremos nada más empiece a dar muestras de que se está secando la parte superficial. En las zonas cálidas hay que regar con más frecuencia, pero siempre controlando con fungicidas preventivos, que pueden aparecer por una humedad excesiva.
Trasplante de una haya bonsái
Como en la mayoría de bonsáis, las hayas se deben trasplantar cuando esté a punto de comenzar la brotación primaveral. En el caso de las hayas, suelen hinchar las yemas bastante tarde,con la primavera ya entrada (abril-mayo en el hemisferio norte)
Se puede cortar gran cantidad de raíces, ya que como la gran mayoría de caducos, resiste bastante bien a la poda radicular.
El sustrato a emplear será una mezcla con capacidad de retención de agua, pero que a su vez sea suficientemente porosa para una correcta oxigenación de las raíces. Por ejemplo akadama y pomice a partes iguales o akadama y kiryu al 70-30.
Pinzado de una haya
Una de las tareas más importantes para una correcta formación de un bonsái es el pinzado. En esta fase, se retrocede la ramificación y se reparte el vigor del árbol.
En el caso de las hayas, el pinzado en ejemplares jóvenes consistirá en acortar los brotes a 2-4 nudos para forzar la brotación de ramas internas y para mantener la forma de la copa. En ejemplares más avanzados la técnica que se debe emplear para ramificar fino se debe hacer en el momento justo en el que las yemas empiezan a abrir.Si miramos la foto anterior, vemos que las haya brotan con 4 hojas juntas. Lo que haremos será desenvainar la yema y cortar dejando solamente las dos primeras hojitas. De esta forma forzaremos la emisión de brotes en otras partes del árbol y con un tamaño de entrenudos mucho más corto y compacto.
Alambrado de un bonsái de haya
Lo haremos como en cualquier otra especie. La mejor época para hacerlo es durante la parada otoñal, porque al detenerse el crecimiento, el alambre se clavará con menos dificultad. Primero eliminaremos las hojas otoñadas marcescentes de nuestro ejemplar y luego procederemos a alambrar.
Abonado de un bonsái de haya
El abono se depositará sobre el sustrato durante toda la etapa de crecimiento del árbol. Lo recomendable es emplear abono orgánico de descomposición lenta. En los ejemplares más avanzados, esperaremos a que la brotación se abra por completo antes de fertilizar para conseguir unos entrenudos más cortos.