La metasequoia glyptostroboides es una especie muy apta para cultivar como bonsái, aunque su uso en Europa no es especialmente frecuente. Se trata de una árbol original de China, que puede llegar a medir hasta 45 metros en su hábitat nativo. Su característica más fascinante es su condición de árbol caduco a pesar de ser una conífera, al igual que ocurre con el ciprés de los pantanos. Además posee una corteza de color naranjo-rojizo realmente asombrosa.
Cuidados de una metasequoya bonsái
Las metasequoias son árboles muy tolerantes al frío y de hecho es donde mejor funcionan, ya que necesitan bajas temperaturas para un correcto descanso invernal. No obstante, tienen una gran capacidad para adaptarse a climas más cálidos, si bien nunca llegan a desarrollarse con la misma fuerza.
Son especies muy vigorosas que crecen relativamente rápido, alcanzando la altura de 10 metros en pocos años.
Riego de una metasequoia glyptostroboides
Las metasequoias acostumbran a vivir en zonas húmedas, aunque tienen cierta capacidad para resistir las sequías, incluso en verano. Regaremos en cuanto la parte superficial del sustrato comience a estar seca. Debemos emplear un agua muy pura, porque le afecta negativamente tanto el exceso de sales como un PH demasiado alto.
Ubicación de una metasequoia bonsai
Buscaremos una orientación con una exposición solar muy fuerte, ya que las metasequoias, como la gran mayoría de las coníferas, tienen una necesidad lumínica muy intensa. En invierno dejaremos al bonsái de metasequoia en el exterior porque además de que resisten muy bien el frío, influirá en un correcto descanso y una brotación primaveral más vigorosa.
Poda de la metasequoia bonsái
Eliminaremos las ramas sobrantes en invierno, cuando el árbol haya detenido su crecimiento. Cortaremos las ramas que se han alargado demasiado también en invierno, antes de que comience a formar las nuevas yemas. En verano podemos pinzar los brotes que se han desarrollado excesivamente para mantener la forma del bonsái y distribuir la fuerza a lo largo del todo el árbol. En la naturaleza tiende a crecer de forma piramidal, por lo que trataremos de mantener esta silueta so queremos mostrar un mayor realismo.
Trasplante de una metasequoya bonsái
Trasplantaremos cuando las raíces estén demasiado compactas. Para ello sacaremos el cepellón de la maceta y observaremos si aún queda espacio en el sustrato.
La época ideal para hacer esta operación es el final del invierno, justo antes de que empiecen a abrirse las yemas. No debemos excedernos a la hora de cortar las raíces, porque las coníferas no toleran tan bien como los caducos el recorte del cepellón. A continuación ubicaremos al bonsái en un sitio resguardado del sol directo y las corrientes de aire hasta que dé signos de haberse recuperado del trasplante.
Son árboles bastante exigentes en cuanto al PH del suelo, en concreto, al ácido. De tal forma que vamos a emplear al menos un 50% de kiryu con un 50% de akadama o pómice.
Abonar una sequoia bonsái
Aportaremos abono orgánico de liberación prolongada durante toda la etapa de crecimiento del árbol, es decir, desde primavera hasta otoño, deteniendo su uso durante las semanas más calurosas del verano. Podemos emplear fertilizante químico en los periodos de mayor crecimiento vegetativo para complementar con mayor cantidad de nutrientes.
Otoñación de la metasequoia
Los colores otoñales de esta especie tienen un gran atractivo ornamental, pero para alcanzar esos tonos rojizos tan característicos el árbol debe sentir el cambio de la temperatura a lo largo del día. En este sentido, es más recomendable su cultivo en climas con las estaciones más marcadas.
Enfermedades de la metasequoia bonsái
La metasequoia es una especie que no suele ser víctima de plagas o enfermedades, por lo que ante cualquier problema debemos, primero, constatar que estamos realizando un buen cultivo, ya que esta es la causa más probable de una brotación débil.
No obstante, se han detectado recientemente árboles afectados por chancro, cuyos síntomas se reconocen por la muerte de algunas partes del tronco del árbol que si no son erradicadas a tiempo pueden ir extendiéndose alas zonas más cercanas.
¿Cómo hacer un bonsái de metasequoia glyptostroboides?
Podemos comprar plantones en centros especializados por un precio más o menos económico para cultivarlos primero como prebonsái y pasarlos a su maceta definitiva cuando la formación es más avanzada.
En algunos garden centers se venden bonsáis de metasequoia, que generalmente vienen plantado como un pequeño bosque. Su crecimiento es bastante rápido, por lo que en poco tiempo podemos conseguir troncos bastante gruesos.
Para reproducir una metasequoia recogeremos sus frutos en otoño, si tenemos algún ejemplar localizado. Las semillas deben pasar un periodo de 3 meses de estratificación para poder germinar.
También podemos esquejar las ramas sobrantes de la poda de nuestro bonsái. No esqueja especialmente bien, por lo que se recomienda emplear hormonas de crecimiento para aumentar las posibilidades de éxito.
Durante los primeros años podemos emplear solo akadama, pero en la medida en que el árbol va madurando necesitará un sustrato ácido.