El prunus mume o albaricoquero japonés es un árbol de altura media que se caracteriza por su espectacular floración a finales de primavera.
Sus maderas muertas y sus cortezas abotonadas contrastan con los colores florales, siendo pues una especie muy valorada en bonsái.
Los mejores ejemplares se suelen encontrar en Japón, donde crecen de forma silvestre y se obtienen yamadoris de una calidad sensacional.
Cultivo de un prunus mume
En general, los prunus mume no presentan gran dificultad en su cultivo, pero si en su formación.
No obstante hay cierta relación entre ambas variables, ya que de no formarse y podando adecuadamente, el vigor y floración se verán mermados.
Poda de un prunus mume
Para un correcto equilibrio de fuerza debemos llevar a cabo varias podas durante el año.
Invierno : Antes de que florezca el árbol, cuando las yemas de flor empiezan a hincharse, podemos acortar a donde nos interese, de tal forma que el árbol tenga la silueta que deseamos.
Una vez florece el árbol, podamos a 1-2 yemas y podemos trasplantar.
Primavera: Podemos acortar los brotes ligeramente, pero no excesivamente, ya que hay riesgo de que el árbol no florezca el año posterior.
Diferentes tipos de hojas: Observaremos que el mume forma 2 tipos de hojas: unas de aspecto más duro y rugoso y otras más verdosas y brillantes. Estas últimas son las que forman yemas de flor en su base.
Riego de prunus mume
Se debe regar abundantemente cuando el sustrato comience a secarse por la parte superficial.
Es una planta que acusa rápidamente la falta de agua. Lo notaremos porque las hojas languidecen y posteriormente se marchitarán.
Importante siempre intentar agua de buena calidad, ya que de esta forma evitaremos la acumulación de sales en el sustrato.
Sustrato y trasplante de un mume
Emplearemos un sustrato drenante y con capacidad de retención de agua.
Se adapta a gran variedad de tipos de tierra, por lo que lo importante es que sea porosa y oxigene bien las raíces. Por ejemplo podemos usar Akadama con pomice.
Trasplantaremos justo después de la floración, pero justo antes de que se empiecen a abrir las yemas de hoja.
Para ello cortaremos hasta 2/3 del total de las raíces, pudiendo usar hormonas enraízantes para propiciar una recuperación mejor.
Abonado de un prunus mume bonsái
Empezaremos a abonar a finales de invierno, cuando el árbol despierte del letargo invernal.
En ejemplares jóvenes usaremos mayor cantidad de nitrógeno, pues la floración no es lo más importante.
En cambio, en árboles más viejos controlaremos la cantidad de nitrógeno, porque aumentará el crecimiento vegetativo, en detrimento de las flores.
Lo ideal es controlarlo con abono orgánico de liberación prolongada, seleccionando aquel que mejor se adapte al estado de desarrollo del árbol
¿Dónde comprar prunus mume?
Si lo que deseas es aprender y experimentar con la especie, lo recomendable es emplear una planta joven y con cierta grosor.
De esta forma podemos aprender a desarrollar esta especie como bonsái sin tener que gastar mucho dinero.
A continuación, os dejo algunos arbolitos con un grosor considerable, pero que ya florecen. Perfectos para formar desde 0.