Semillas de bonsái

Seguro que alguno de los que está leyendo esta entrada, en algún momento ha sentido la tentación de comprar semillas de bonsái, es decir semillas modificadas genéticamente para crecer en miniatura. No obstante, se trata de un engaño y no existe ninguna semilla especial ni nada por el estilo.

El bonsái es un árbol exactamente igual que los que crecen de forma salvaje en la naturaleza, pero que a través de la poda de raíces, de ramas y un pinzado continuo, conseguimos contener el vigor del árbol para que adopte ese tamaño en miniatura. De hecho si lo plantaramos en el jardín y lo dejaramos crecer, se haría un árbol enorme.

semilla germinada

¿Qué semillas comprar para hacer bonsái?

Bien, en cualquier caso si que me gustaría hacer unas recomendaciones para todos aquellos que quieren intentar formar un bonsái a través de semillas de árboles japoneses.

1)Hay que evitar a toda costa aquellos anuncios de especies realmente extravagantes, como el arce azul, ya que en la mayoría de los casos se trata de una forma de captar la atención a través de árboles que no existen.

2)Tenemos que elegir un árbol que tenga facilidad para germinar. Hay determinadas especies,que tienen un éxito de germinación muy bajo, por lo que es más recomendable intentar reproducirla por otro método alternativo como esqueje, acodo o injerto.

3)No todas las semillas tienen la misma viabilidad. ¿Qué significa esto? Pues que pasado un tiempo pierden el poder germinativo, es decir, la capacidad de germinar. Por ejemplos los arce palmatum no suelen ser viables mucho tiempo (menos de un año), sino que hay que plantar las semillas cuánto más frescas mejor, lo mismo ocurren con gran cantidad de ulmáceas. ¿Entonces no compro semillas de arce ni de olmo? No, para nada, sino que hay que buscar un sitio que sepamos a ciencia cierta que las semillas son de ese mismo año, es decir tiendas especializadas en semillas.

4) Antes de plantar la semilla hay que informarse sobre los pasos previos. Algunas semillas necesitan pasar un periodo de estratificación, es decir tienen que sentir el paso del frío para poder germinar exitosamente. Otras necesitan escarificación, que consiste en diferentes técnicas para ablandar el hueso o la semilla.

5) El tiempo de germinación y crecimiento de la plántula es otra parte muy importante de cara a decidir que tipo de semilla comprar. Algunas especies, como por ejemplo la jacaranda, germinan en muy pocos días y, además crecen muy rápidamente una vez ya establecidas. Hay que evitar las semillas que tarden mucho en germinar, como por ejemplo las de olivo, ya que la espera puede ser desalentadora y frustrante.

6) Algunas especies pueden tardar hasta 10 años en florecer desde que son germinadas, como por ejemplo las wisterias. En este sentido, si buscamos que florezca rápidamente, es mejor tratar de hacer esquejes, que tardarán mucho menos tiempo. Además, si buscamos una flor de un color concreto, la semilla no garantizará que vaya a ser así, mientras que con un esqueje nos aseguramos que la planta resultante va a ser una copia genéticamente idéntica a la madre.

En cualquier caso, siempre es mejor recolectar nosotros mismos los frutos para extraer las semillas, ya que esto nos garantiza una mayor frescura y éxito en los semilleros. Podemos buscar por parques o jardines botánicos de la ciudad e informarnos en que momento debemos recolectar las semillas.