El salix babylonica o sauce llorón es un árbol caducifolio de tamaño medio originario del norte de China.
Sus ramas son muy flexibles y al crecer se doblan hacia abajo mostrando un aspecto colgante, que a menudo llega hasta el suelo. Sus hojas son largas y lanceoladas, de un color verde oscuro, que con la llegada del frío se torna en un tono amarillo pálido. Los sauces llorones no suelen vivir más de 100 años, lo que se compensa con su crecimiento extremadamente rápido.
Cuidados de un bonsái de sauce
Los sauces son árboles de cuidados fáciles, que se adaptan a gran variedad de terrenos, y que poseen una facilidad para enraízar asombrosa. Su mayor enemigo es la falta de agua y el ataque de insectos minadores.
En realidad el cultivo no suele dar problemas, aunque como bonsái presenta algunas complicaciones en lo que al diseño se refiere. El principal problema es el tamaño de la hoja, que es bastante difícil de reducir. Además, tiene bastante tendencia a secar la ramificación fina, lo que dificulta la tarea de ramificación del bonsái.
Riego de un sauce bonsái
Los sauces suelen crecer de forma silvestre en las riberas de los ríos, donde la humedad es muy alta. Puede llegar a crecer incluso con parte de las raíces completamente inundadas. Dentro de una maceta de bonsái, al tener menos espacio para las raíces, tendremos que tener especial ojo con el riego.
Ante una falta de agua, es posible que la planta no muera, pero si corremos el riesgo de que se seque alguna rama y hacernos perder tiempo en su formación.
Trasplante de un bonsái de sauce
Los sauces desarrollan raíces extremadamente fácil, por lo que deberemos trasplantar con más frecuencia que con otras especies. En ejemplares jóvenes podemos llegar a hacerlo incluso todos los años.
Durante el proceso de trasplante cortaremos las raíces gruesas que sobran del diseño, sin niguno miedo a pasarnos, ya que el bonsái emitirá nuevas sin mayor problema. Los sauces tienen tendencia a desarrollar una fuerte raíz pivotante, que habrá que eliminar con el objetivo de conseguir un cepellón fino y equilibrado.
En sitios muy calurosos podemos aportar a la mezcla del sustrato un poco de turba negra, ya que así conseguiremos una mayor retención de agua. En cualquier caso, es muy importante que el resto de la mezla esté formado por tierras porosas, como la akadama, con el objetivo de evitar agua encharcada en la maceta y, por ende pudrición en las raíces.
Orientación de un sauce
Lo ideal es ubicar a nuestro bonsái en un emplazamiento soleado. Con más luz conseguiremos un crecimiento más saludable y una distancia entre los nudos más corta. Realmente también podría crecer a semi-sombra, pues es una especie que se adapta bastante bien a diferentes tipos de climas, pero para evitar problemas en el cultivo buscaremos el rincón más luminoso que tengamos.
Durante el invierno mantendremos el bonsái en el exterior, ya que es un árbol muy resistente a las heladas, llegando a soportar temperaturas de hasta -10 grados sin ningún tipo de problema.
Abono de un sauce bonsái
Lo haremos como con cualquier otro tipo de bonsái, es decir desde primavera hasta finales de otoño, realizando una pequeña parada si como consecuencia de las temperaturas se detiene el crecimiento del árbol. En ejemplares más jóvenes usaremos mayor cantidad de abono para conseguir una buena base y estructura de forma más rápida.
Poda y pinzado de un sauce
Los sauces son conocidos por su crecimiento extremadamente rápido. Esto tiene su parte positiva y negativa. Por un lado obtendremos un tronco más grueso y unas ramas más sólidas en poco tiempo, pero por otra parte, nos obliga a estar muy encima del árbol, ya que si nos despistamos, la brotación alargará demasiado y perderemos la forma. Esto también nos dificulta la capacidad para conseguir ramificación fina, ya que al tener un vigor tan fuerte resulta muy complicado compactar la distancia entre los nudos y, por tanto, un aspecto de miniaturización.
Estilos y diseño de un sauce
Sin duda alguna lo más lógico para formar un sauce es con un diseño llorón. En la mayoría de bonsáis que queremos formar con este estilo es necesario alambrar las ramas hacia abajo. No obstante en el caso de los sauces, debido a su patrón de crecimiento, no hará falta usar alambre para posicionar las ramas hacia abajo. Obviamente nos podemos ayudar del alambrado para colocar alguna rama y ordenar las masas de verde, pero en general si dejamos crecer las ramas tal y como brotan, podemos conseguir un estilo muy natural y con más personalidad.
Lo ideal para formar un sauce es a través de esqueje. La capacidad para enraízar de sus varas es asombrosa, hasta tal punto que las ramas que se rompen y caen al suelo, a menudo enraízan sin llegar a estar enterradas del todo. Si tenemos acceso a algún árbol de nuestra propiedad podemos probar a estacar ramas muy gruesas, ya que se puede tener éxito con calibres muy gruesos, al igual que ocurre con los olivos.
En cualquier caso, si no queremos asumir riesgos, también podemos llevar a cabo un acodo aéreo, ya que en muy poco tiempo podremos separar el nuevo árbol de la planta madre.