Los bonsáis, además de agua y sol, necesitan una serie de sustancias químicas para poder desarrollarse correctamente. Hay que recordar que para el cultivo de bonsáis se suelen emplear sustratos inertes, de tal forma que si no aportamos los elementos necesarios, el árbol tendrá deficiencias
¿ Que debe aportar el abono?
Las plantas necesitan 12 elementos imprescindibles para poder realizar correctamente su función, pero estos no necesita todos en la misma proporción.
Lo 3 más importantes son el nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), que suelen expresarse con las siglas N-P-K
El nitrógeno es el responsable del crecimiento de hojas y ramas, y lo utilizaremos en mayor cantidad para conseguir un crecimiento más fuerte y rápido. No obstante hay que tener en cuenta, que un mayor crecimiento vegetativo implica unos entrenudo más largos y una menor producción de flores y frutos.
El fósforo ayuda a un correcto desarrollo de las raíces y una mejor protección contra las plagas
El potasio favorece la producción de flores y frutos.
El segundo grupo de sustancias que necesita el bonsái recibe el nombre de nutrientes secundarios, y engloba al calcio, azufre y magnesio.
Por último están los micronutrientes, que el bonsái necesita en una cantidad mucho menor que las sutancias anteriores. En este grupo se encuentra el hierro, manganeso, molibdeno, cobre, boro, zinc, cloro, sodio, cobalto, vanadio y sílice.
¿cuándo hay que abonar?
Hay que comenzar a aportar abono cuando veamos que el bonsái comienza a despertar del invierno. Suspenderemos el abono cuando el árbol se detenga como consecuencia de las altas temperaturas y volveremos a fertilizar en otoño para preparar a la planta para el largo letargo.
¿ Qué abono es el mejor?
No hay que aplicar un abono por decreto, sino que hay que usar la lógica y ver en que fase se encuentra nuestro bonsái para elegir un fertilizante u otro.
En bonsáis que tengan una ramificación más avanzada es muy recomendable emplear los abono preparados japoneses, como Biogold, que ya viene enriquecido con los macronutrientes y micronutrientes necesarios. De esta forma solamente colocaremos las bolitas encima del sustrato y mantendremos la humedad para que se descomponga
No obstante con árboles más jovenes quizás pueda interesarnos aportar de forma complementaria algún abono líquido con más nitrógeno para potenciar el crecimiento del bonsái.
Abono orgánico o químico
Hay que pensar que un exceso de abono puede ser letal para el bonsái, por lo que para los más novatos lo ideal es emplear abonos sólidos orgánicos. Estos fertilizantes son muy fáciles de usar y evita el riesgo de una sobredosis de abono. El problema de los abonos sólidos es que para hacer efecto tienen que descomponerse y esto suele tardar dos semanas. Además en un clima seco, la descomposición del fertilizante va a ser más lenta y poco eficaz.
Los abonos químicos son muy útiles para complementar a los abonos orgánicos, ya que puede controlarse mucho mejor los nutrientes que aportamos. También son excelentes para suplir alguna carencia del árbol, ya que así como el abono orgánico tarda un par de semanas en hacer efecto, los abonos líquidos son inmediatos.
La importancia del agua en el abonado
A lo largo de los artículos de este blog se ha insistido en la calidad del agua de riego y ahora vamos a desarrollar el razonamiento que hay detrás:
Las raíces de una planta se alimentan a partir del intercambio de potenciales. Existe una membrana en los capilares de las plantas cuya función es la de dejar fluir el agua con menos disolución hacia donde hay más concentración de partículas. Dicho de otro modo, solamente se filtrará el agua de la tierra que esté menos concentrada que las propias raíces.
Si regamos con un agua que no sea pura, la cantidad de partículas disueltas va ser mayor y por tanto la absorción de nutrientes va a ser menos eficiente. Si la cantidad de partes disueltas en el sustrato fuera tan elevada como la de las propias raíces, no podría producirse la absorción de agua y por tanto el bonsái moriría.
Cuando usamos agua con mucha cal, vamos a aumentar el PH del sustrato y esto va a causar un perjuicio en la asimilabilidad de algunos elementos químicos como el fósforo, el hierro o el manganeso. Puede darse la circunstancia de que el suelo tenga todos lo nutrientes químicos necesarios, pero como el PH es demasiado alto la planta no puede realizar la absorción. A veces no es que falte el nutriente en sí, sino que el alto PH no permite que se pueda absorber, por lo que debemos emplear aguas blandas para mantener un PH adecuado.
Conclusiones
Se pueden aportar los nutrientes tanto de forma sólida como líquida, siendo la primera más segura, aunque difícil de medir. Los abonos químicos nos permiten un control mayor de los elementos químicos que aportamos y una aportación más inmediata, pero corrremos el riesgo de sobrefertilizar el bonsái.
El agua juega un papel fundamental en la absorción de nutrientes,en tanto en cuanto puede hacer cambiar el PH y, no permitir el buen funcionamiento de las raíces.