La kadsura japonica es una planta trepadora de pequeño tamaño originaria del sur de China. Se caracteriza por sus llamativa hojas perennes que al llegar el otoño se tiñen de rojo y se mantienen en el árbol y por su fructificación tan peculiar de forma esférica y agrupada.
A finales de verano comienza la floración. Pueden ser flores masculinas o femeninas, pero nunca se dan ambas en un mismo ejemplar. Lo que significa que tienen que estar en contacto ambos sexos para que tenga lugar la fertilización y se forme este precioso fruto en rácimo.
Se trata de una especie bastante rural, que se adapta a orientaciones tanto a pleno sol como a medio sombra y ,que si bien tiene cierta predilección por un PH más ácido, puede crecer perfectamente en un sustrato neutro o incluso ligeramente alcalino.
kadsura japonica como bonsái
La kadsura no es muy frecuente como bonsái, y normalmente suelen ser formadas como árboles de pequeño tamaño. Recordemos que son plantas trepadoras y esto dificulta la obtención de un tronco muy grueso.
Realmente es una especie muy vigorosa y que soporta muy bien el trasplante y la poda de raíces, aunque hay que hacerlo en la época adecuada, es decir justo antes de que comience a abrir las yemas tras el periodo invernal.
Sus hojas son de un tamaño bastante grande y cuesta de reducir, por lo que su principal atractivo y la forma en la que más lucen es en el momento en el que se llena de frutos. Aún así, las hojas de un tamaño considerable no desmerecen al árbol, ya que son de una gran belleza y tienen un aspecto muy inusual. En especial cuando adquieren la coloración otoñal en el envés de las hojas.
En general no presenta demasiada complicación en el cultivo, aunque hay que tener en cuenta que no tolera las heladas extremas. De tal forma que en lugares donde el invierno sea frío, situaremos a nuestro bonsái en un invernadero o bien en el interior de la casa de forma temporal.
Aunque la mayoría de ejemplares que se suelen ver son de pequeño tamaño, con el paso de los años y mucha paciecia se pueden conseguir ejemplares absolutamente espectaculares, con tronco muy grueso y con una corteza de aspecto muy viejo.
El estilo que se suele seguir a la hora de formar una kadsura es la semiscacada, ya que de esta forma damos protagonismo y centramos la vista en los maravillosos frutos colgando de las ramas.
Sin duda alguna es una especie muy interesante y que vale la pena darle una oportunidad.