La akebia quinata, también conocida como viña de chocolate es una planta trepadora originaria de China, Corea y Japón.
Se trata de una planta muy vigorosa y de rápido crecimiento, que al adherirse a un soporte o a una pared, puede alcanzar los 10 metros de altura. Este hecho ha permitido que se plantee catalogar esta especie como invasora.
Se trata de una planta semicaduca, pues dependiendo del clima puede mantener el follaje o bien quedarse completamente desnuda.
Se caracteriza por su espectacular floración en rácimo que desprende un aroma muy intenso a chocolate y vainilla.
Los frutos, de forma ovalada, pasan de un color verde pálido a gris claro. En su interior encontramos una pulpa dulce y pegajosa que recuerda al sabor de un melón.
Akebia como bonsái
La akebia quinata es una especie bastante infrecuente como bonsái, ya que realmente es difícil de modelar y de dominar su crecimiento.
No obstante, su cultivo es bastante sencillo y tolera gran diversidad de climas. Se puede cultivar tanto en zonas muy calurosas como en aquellas que son más frías.
Además, tiene gran tolerancia a la sequía siempre y cuando la planta esté fuerte y bien asentada. Aún así, hay que vigilar que la tierra no se seque del todo, y especialmente cuando esté floreciendo, ya que la planta es lo primero que secará.
Por si esto fuera poco, se adapta a ubicaciones tanto de pleno sol como de plena sombra, aunque para conseguir una hoja más reducida intentaremos buscar una orientación más luminosa. Ya sabéis que no recomiendo el cultivo en interior de bonsáis, pero esta especie se podría adaptar en casos de emergencia en los que no se disponga de terraza.
No es exigente en cuanto al PH del suelo, por lo que perfectamente podemos cultivarla en un sustrato inerte como pomice o akadama, siempre y cuando se aporte el fertilizante necesario durante la época de crecimiento.
La mayor dificultad la encontramos en su modelado, pues al tratarse de una planta trepadora tiene gran tendencia apical y forma ramas con zarcillos que buscan una estructura donde agarrarse. Aún así, se pueden formar ejemplares bastante interesantes con el tiempo.
Se suele formar en semicascada y con troncos multiples o raíces expuestas, ya que tiene gran tendencia a formar bulbos o rizomas.
Es bastante complicado formar un tronco relativamente grueso, por lo que se suele trabajar como bonsái de pequeño tamaño.