El ikebana es una tradición japonesa para realizar arreglos florales. Posee una historia mitológicamente hermosa que comienza en el siglo VII después de Cristo, y que en los últimos años ha tomado gran popularidad desde la cultura asiática hacia el resto de los países. A continuación le enseñamos todo lo que debe conocer del Ikebana.
¿Qué es el Ikebana?
El ikebana es una palabra japonesa que hace referencia al arte floral japonés. Si significado literal es “flor viviente” aunque otros aseguran que significa “el camino de las flores”. Debe su nombre a una historia mitológica de Japón la cual se relaciona con la tradición del zen y se considera que de esa historia surgió un arte que aunque es efímero por la corta vida de las flores cortadas, también es un arte hermoso.
¿Cómo hacer un Ikebana?
Son muchas las formas de hacer Ikebana y son realmente variados los estilos que posee. Sin embargo, para realizar alguna escultura artística de este tipo debemos tomar como referencia la idea de formar un triángulo escaleno. Esto se debe a que se debe intentar recrear la forma del sol la luna y la tierra con la forma triangular del arreglo y la relación que existe entre estos tres elementos.
Para realizar un Ikebana, solo necesitara unas tijeras para realizar los cortes precisos de las hojas y las flores, un poco de cinta, y un alambre floral. Adicionalmente, debe conseguir kenzan, eso es un soporte para tallos, y vienen en forma rectangular o circular.
También puede añadir ramas, frutos secos o pequeñas semillas, pero siempre tome en cuenta que cada elemento debe armonizar con el resto y mantener un equilibrio visual de simplicidad y elegancia. Para ello, debe clavar los productos en un “kanzan” de manera simétrica, dentro de un recipiente conocido como “kaki”
Estilos del Ikebana
El Ikebana posee diversos estilos característicos, entre algunos más conocidos están:
Estilo formal
Para poder realizar este tipo de arreglos, se necesita usar un alambre que nos permita crear un paisaje visual armonioso. En este tipo de estilo se busca formar nueve líneas, las cuales se denominan “yakueda” a fin de reflejar el carácter la planta en específico.
Lo más característico de este tipo de estilo es que es uno de los más sencillos de realizar, debido a que se basa en la implementación de técnicas simplistas. Además de que es el estilo principalmente usado para arreglos de eventos formales por su elegancia.
Estilo moribana
En este tipo de estilo, los materiales que se van a utilizar para la creación del Ikebana, se deben añadir en un recipiente plano a fin de que se acentúe la belleza natural. Resulta ser también un estilo bastante sencillo debido a que su objetivo principal es una simple impresión de volumen tridimensional.
Su nombre significa “colocar” en japonés, por esa razón trata de dar también una impresión ligera. Además, es un estilo ideal para ser usada al finalizar el invierno, esto se debe a que en ese momento las aparecen unos brotes de hierba en las ramas inclinadas de los sauces, y el estilo intenta recrear eso. Debido a que las ramas de los sauces son moldeables, se pueden acentuar formas sinuosas.
Estilo nageire
Es una expresión japonesa que significa literalmente “introducir”. En este estilo simplemente se busca introducir algún elemento de la naturaleza (es decir alguna plata) a un elemento no natural (es decir el jarrón). Para realizarlo, empleamos un jarrón alto pero de dimensiones pequeñas a fin de recrear el camino natural e una planta.
Este tipo de estilo es un poco más avanzado en forma y diseño que los anteriores, debido a que a pesar de su simpleza, debe recrear el triangulo escaleno. Su finalidad es ser sutil, pero al mismo tiempo ofrecer a la vista cierta levedad y elegancia.
El tiempo de reflexión durante la creación del Ikebana
El periodo de tiempo en el que se realiza la creación del Ikebana (o cualquier tipo de arte japonés), es un tiempo ideal para fomentar la reflexión y relajación. Este tipo de arte fortalece la fase espiritual, la cual requiere de entrar en contacto con el área material y realizar un auto descubrimiento. Realizar un Ikebana, es algo más que hacer un elemento decorativo, se trata de entrar en contacto con el espíritu.
El objetivo principal, será que aprendamos a apreciar ciertos detalles de las formas y aspectos más básicos que usualmente pasamos por alto. Esta clase de detalles las podemos encontrar en la belleza y simplicidad de la naturaleza y de sus formas.
Otro objetivo igualmente de importante, es aprender a ser pacientes y a equilibrar nuestros pensamientos y emociones. Durante el proceso de la creación del Ikebane, nos daremos cuenta que debemos a prender a mantener un equilibrio de nuestras ideas para poder implementarlo en el arte. Es precisamente esa idea la que debemos tomar para equilibrar el cuerpo y el alma para lograr relajarnos absolutamente.
La contemplación de un Ikebane
La contemplación es el último paso de cualquier arte. En el caso del Ikebane, es el momento en el cual podemos apreciar por un breve espacio de tiempo las formas que se han logrado crear. Pero no solo se trata de contemplar lo que creamos, sino también de pensar en la reflexión durante su creación.
En el caso de que no seamos los creadores del Ikebane, podemos reflexionar sobre las formas que adopta y admirar los detalles del mismo. Puede ser una oportunidad perfecta para admirar los más simples detalles de la naturaleza y aprender de ella.